María Suárez Toro, FCS
30 de marzo, 2014
30 de marzo, 2014
Empezó
este sábado 29 de marzo el primer curso de cocina caribeña en Puerto Viejo de Talamanca
para niñas y niños de la zona. Cinco niñas y cuatro niños están participando
activamente en el aprendizaje de su cultura gastronómica.
“Eran
tantos, que he tenido que separarlo en grupos y ofrecer el curso cada tres
meces para niños y niñas diferentes” dice Miss Helena Spencer, organizadora del
curso en su casa junto con su hermana Ivonne.
Miss Helena in her open kitchen in Puerto Viejo
Hoy,
al ser el primer día de clases, prepararon arepas de bacalao y plátanos en
coco. “No sabía que me gustaría esto; cuando me dijeron que era para cocinar
bacalao caso dejo de venir, pero es muy rico” dijo Engel, uno de los niños.
“A
mi me gustó bastante, no podía parar de comer ese bacalao y nunca antes lo había
probado” dijo Lakaisha, aprendí nuevas tradiciones, y nunca cociné antes.
Lakeisha is ready to eat codfish fritters
Claudia
dijo que aprendió a hacer arepas y ahora sabe que las puede hacer de muchas
cosas. Además le encanta que se puede llevar la receta escrita, que contiene
todo lo que hicieron, paso por paso.
En
un proceso meticuloso en el que iba anotando cada paso, Surayuvi sacó la receta completa, la cual fue
fotocopiada y luego distribuida a todas las personas que participaron. Niños y niñas se llevaron las instrucciones,
pidiéndole algunos a sus padres que les llevaran a comprar bacalao para hacer
la cena.
Helena
afirma que al aprender las tradiciones, niñas y niños expanden sus mentes para
integrar otros conocimientos que están relacionados con sus propias raíces y
cultura. “Ellos creen que nosotros somos solo rice and beans, pero nuestra cultura tiene platos muy variados de
todos los tiempos.”
“Estoy
feliz porque los sentí bien interesados, mi objetivo es que ellos conozcan las
costumbres perdidas, que son un arte que tiene que mantenerse vivo porque sin
comida no ha cultura” concluyó Miss Elena.
Al preguntarle si ella aprendía algo de las clases que da a niñas y niños, sin penstañar respondió lo siguente: "¡Claro que sí, yo no use mediadas y he tenido que ordenarme para poder enseñarles!"