miércoles, 25 de septiembre de 2013

Sobre juicio Kekoldi el estado costarricense... caso Cocles


La Costa Caribe de Costa Rica:
Comunidades indígenas y afro caribeñas –
Conflictos y restitución de derechos

María Suárez Toro,                                                                                     Foro Caribe Sur
25/09/13


Una audiencia donde las partes afectadas pueden presentar sus testimonios, documentos y peticiones se realizará el 29 de octubre anters del juicio Kekoldi cintra el Estado de Costa Rica
Si hay jucio, será los días 30 y 31 y se trata de la zona de Cocles en el Caribe Sur, reclamada por los Kekoldi comos parte de su Reserva.

En la medida en que la población afectada participe activamente podrá ser escuchada

Un grupo de vecinos y vecinas que viene trabjando en ello hace mñas de dos años se encuentra preparando la convocatoria a participar.

En la actualidad el caso legal que interpuso la pasada Asociación de Desarrollo edel Territorio Indígena Keköldi contra el Estado, concerniente a la zona costera próxima a Cocles  cerca de Puerto Viejo en Talamanca, pareciera  un caso de indígenas contra afro-costarricenses, pero no lo es.

El reclamo de las tierras de Cocles por la Asociación pasada se desprende de una más de las muchas omisiones del gobierno de Costa Rica que en 1985 cuando asignnó tierras para la creación de la Reserva Indígena Keköldi, ignoró el hecho que la tierra en Cocles estuvo ocupada en los últimos 100 años por afro-costarricenses.

Después de dos años de conflicto en corte, a mediados del 2013 fue solicitado un proceso de conciliación fuera de la corte por los Keköldi pero en agosto de éste año el gobierno rechazó dicho proceso.

Lo que esto significa es que aunque el caso es entre el Estado Costarricense y los Keköldi, los habitantes de Cocles están afectados por la situación, ya viven y tienen derechos.

Luego de dos años de haber sido excuidos en el procediemiento, ahora al fin serán escucnados, convirtiéndose en partecoadyuvante del caso.

Un conflicto creado por múltiples errores del Gobierno

En el 2011 cerca 150 ciudadanos Costarricenses y habitantes de muchas otras nacionalidades del mundo, se encontraron en la Escuela Pública de Cocles para compartir información acerca de una reclamación de tierra por los cercanos Indígenas Keköldi.

a Reserva Keköldi está reclamando la tierra costera habitada en la actualidad por muchos de los miembros del grupo que se reunió ese día.

Después de tres horas de intercambio de información entre amas de casa, empresarios, ecologistas, activistas, abogados y pescadores entre otros, el grupo de organizó para  coordinar su lucha para ser escuchados por los funcionarios de gobierno, la corte y la sociedad en general en relación al reclamo de los indígenas de sus tierras.

Descubrieron que el reclamo presente es el resultado de años de error tras error de las políticas de gobierno. Cuando la Reserva Keköldi fue creada, se incluyeron erróneamente dentro de la Reserva las fincas de cacao de la zona costera de Cocles, las cuales habían sido pobladas por afro caribeños desde hacía más de 100 años.

La asignación original de esa parte de tierra costera para los Keköldi había sido trazada por el gobierno basado en fotografías aéreas y nunca confirmada por una visita en el sitio para verificar los “hechos”. En las imágenes del avión no se mostraban  casas en las 1,000 hectáreas de tierra costera en disputa ahora.

Contó Miss Winnie, afrocostarricnese de Cocles que habita el lugar desde mucho antes de la Ley Indígena de 1977 dijo a Escribana que las cientos de casas de pobladores y pobladoras en la zona de Cocles no aprecieron en el sondeo aéreo porque para el cacao se dejaban crecer árboles que sombra que también protegían las casas del calor.

“Cuando los líderes afrocostarricenses locales tomaron conciencia de éste grave error del Gobierno, viajaron a San José en un intento de corregir el error. Funcionarios del gobierno les informaron que no había nada que se pudiera hacer para cambiar la decisión” señaló Miss Winnie.

A lo largo de las siguientes décadas, nuevos costarricenses, inmigrantes e inversionistas extranjeros, llegaron a convivir con los afrocostarricenses.

La población afro les vendió parte de la tierra costera a éstos costarricenses, europeos, canadienses, estadounidenses, latinoamericanos y otros que han construido casas y pequeñas empresas de turismo ecológico.

Oligarcas costarricenses y nuevos ricos también compraron grandes extensiones de tierra para especulación.

Todos ellos “co-habitan” (viven juntos) la tierra costera junto a una comunidad original que se han quedado a vivir, producir y aportar en la zona donde ellos heredaron la tierra de sus ancestros. Sus antepasados llegaron de África, Jamaica, Nicaragua, Panamá y Colombia  más de un siglo antes, estableciéndose en las tierras costeras desocupadas, donde ellos pescaban, cultivaban coco y cacao y aportaron una cultura autóctona que ha enriquecido la pluriculturalidad y mutlietnicidad que caracteriza a Costa Rica en la actualidad.

Consiguientemente, unos años más atrde, todos ellos presionaron al gobierno por un decreto presidencial que liberaría las tierras de Cocles del error original que asignó las tierras de la Reserva Keköldi en 1977.

El decreto fue aprobado en 1996 con la venia de autoridades indígenas, ya que la Comisión Nacional Indígena (CONAI) participó señalando el error del Gobierno. CONAI está a cargo de la supervisión de las políticas del Gobierno en referencia a los pueblos indígenas.

CONAI redactó una petición solicitando al Gobierno eliminar el área de Cocles (en disputa con sus vecinos afro) de su reserva. Las razones declaradas fueron que ellos no deseaban que se deterioraran sus relaciones con la comunidad afro viviendo en Cocles.

En su argumento, CONAI emite una declaración que reconoció que “los pueblos indígenas no habían vivido en esa área ocupada por los afro y otros habitantes por más de 200 años”.

Para llegar a esa posición CONAI desarrolló un proceso de consulta similar al que fue establecido por la Organización Internacional del Trabajo (OIT) Convenio 169, relativo a la necesidad de consultar a los pueblos indígenas en cualquier proyecto que los afecte. La Convención  fue ratificada por Costa Rica en 1993.

Así, en 1996 el presidente de Costa Rica en ese momento expidió el Decreto 25296-G que sacaba el área costera de Cocles de la Reserva Indígena Keköldi. 

Sin embargo, con el fin de hacer éste cambio con justicia para los Keköldi también, el gobierno tuvo que tomar otras medidas. En la Ley Indígena de 1977, la reducción de una Reserva está estrictamente prohibida. Así, en el nuevo Decreto Presidencial, las 1,000 hectáreas en Cocles que fueron quitadas de la Reserva Keköldi para ser devueltas a los afro costarricenses y otros, fueron sustituidas, dánole a los Keköldi más de las 1,000 hectáreas de Reserva en la frontera sur occidental del extremo montañoso de la Reserva conocida como Carbón.

Parte de esas tierras en Carbon estaban compuestas de bosques. Otras partes habían sido ocupadas por familias de costarricenses desplazados  de otras regiones de Costa Rica, creando cultivos para subsistir, y aunque ellos habían establecido granjas en esas tierras, nunca obtuvieron títulos de propiedad y, en teoría, la tierra era parte del patrimonio natural del estado.

Al tratar de hacer justicia a la Reserva Keköldi, el gobierno creó un nuevo problema una vez más, decretando entrega de tierras a la comunidad Indígena sin ayudar a la reubicación de los pequeños agricultores no indígenas. Así, parte de la tierra siguió siendo ocupada por los agricultores aunque habían sido legalmente asignadas a la Reserva Keköldi. Esto resolvió por el momento  el conflicto con los afro y otros habitantes no indígenas en Cocles.

No obstante, en ese momento la Asociación de Desarrollo Kekoldi llevó al Tribunal Constitucional una objeción al Decreto del 1996, argumentando que CONAI carecía de autoridad para actuar como un representante válido de los Indígenas Kekóldi y que la consultación en conformidad con el Convenio 169 de la OIT, debía haber sido tenida con toda la población.
Qué constituye la debida consulta es un problema para los Kekoldi, sin embargo, remane el hecho que los límites de la Reserva nunca estuvieron demarcados en el lugar y algunos de los campesinos y empresarios que se habían establecido en los recién designados territorios Keköldi ,no estaban al tanto de que nunca serían capaces de titular sus tierras. El gobierno tampco hizo esfuerzos para compensar o reubicar a ésta gente.

Esto llevó a los Keköldi a obtener asesoría legal para presentar en el 2011 una demanda legal reclamando el territorio de Carbón, ahora ocupado no solo por los pequeños agricultores, sino también por los extranjeros quienes compraron la tierra de los pequeños agricultores.

Un empresario italiano –Idolo Augustine Mastronei- reclamó que él había comprado tierra en Carbón en una subasta, y sobre esa base desalojó violentamente a un grupo de familias de indígenas Bribri de “su” tierra de 50 hectáreas. Sus guardias de seguridad, acompañados por funcionarios de la judicial del gobierno, ingresaron violentamente a la Reserva Indígena Keköldi para desalojar forzadamente a los Bribri.

Eventualmente la corte resolvió la posesión de la tierra contra Mastronei respetando las fronteras Keköldi del 1996.

En la resolución de la jueza acerca del caso está establecido que Carbón pertenece a la Reserva y “que los Keköldi podrían también reclamar que se les devolviera Cocles sí así lo deseaban”.
Así es como resurgió el  conflicto legal con el Estado, afectando  a la población afro caribeña y otros nuevos habitantes en Cocles.

Un abogado y ex juez de la Corte Agraria, Danilo Chaverri, junto con el Presidente de la Asociación de Desarrollo de Keköldi, Demetrio Mayorga, presentaron el caso pidiendo que una vez más Cocles hiciese parte de la Reserva.

Lo que equivicadamente podría mirarse como un caso de indígenas contra afro-costarricenses es realmente un conflicto creado por las omisiones del gobierno que en 1977 cuando asignando tierras en la creación de la Reserva Indígena Bribri Keköldi, ignoró el hecho que la tierra en Cocles estuvo ocupada en los últimos 100 años por afro-costarricenses.

Detrás de la relación histórica entre los afro costarricenses y la población indígena en la zona, han habido conflictos menores por la tierra, pero sobre todo se caracteriza por convivencia, intercambio, comercio y respeto mutuo.

Sin embargo, las necesidades sociales, culturales y económicas de ambos grupos han estado históricamente ignoradas y marginadas por los planes y políticas del gobierno y a eso se suma hoy la presión por fondos de Fondo Nacional de Financiamiento Forestal (FONAFIFO) que otoroga a los indígenas bonos de carbono por cantidad de tierra protegida, con lo cual Kekoldi aspira a ampliar su Reserva al máximo.

Talamanca tiene uno de los estándares de desarrollo humano más bajos del país de acuerdo con informes de las Naciones Unidas en la última década. Todavía el área se caracteriza por una serie de reservas naturales e indígenas (90% de la tierra de Talamanca), incluyendo el Refugio de Vida Silvestre Gandoca-Manzanillo creado en 1985.

En 1982 Cahuita fue declarada un Parque Nacional para proteger el arrecife coralino en peligro de extinción, el desove de tortugas marinas ocurre en las playas de Tuba Creek, Puerto Vargas, Playa Negra y Gandoca. Hay también la Reserva Talamanca-Bribri, Reserva Talamanca-Cabecar, Reserva Keköldi-Bribri, y la reserva Biológica Hitoy Cérere así como el Parque Bi-nacional La Amistad Caribe.

El área de Cocles está poblada por una combinación de casas pertenecientes a los descendientes de la original población afro, casas de gente que ha comprado la tierra de ellos a lo largo de los últimos 50 años y recién llegados que continúan arribando.

Hoteles de pequeña y mediana escala, restaurantes, cafés y bares, pequeños negocios de eco-turismo (renta de caballos, renta de tablas de surf, caminatas guiadas a través de los senderos naturales del bosque lluvioso, observación de delfines, observación de pájaros, observación de tortugas, clases de buceo, renta de kayak, clases de español, trenzado de cabello, lavandería, servicios de comida, pesca, clases de baile, etc.) y un hotel de cinco estrellas, caracterizan la zona.

Las vastas tierras montañosas en Talamanca, ocupadas por los pueblos Bribri y Cabecar  y las las tierras costeras ocupadas históricsmente por los afro costarricenses y otros, están localizadas en áreas que son altamente deseadas por corporaciones nacionales y transnacionales para la extracción de petróleo y minerales, y por grandes corporaciones de negocios turísticos yel Proyecto Binacional de la Cuenca del Caribe que promete grandes y jugosas ganancias para la gran empresa.

Ésta área es también tan cercana a Panamá y Colombia, que también se ha convertido en territorio presa del tráfico de drogas y es ahora otro lugar de tránsito por mar y tierra, creando serios problemas sociales de adicción y crimen en pequeña escala, no diferente que en el resto del país.

Una característica de ésta área del Caribe Sur Costa Rica es que en los últimos 12 años aproximadamente, la población ha emprendido exitosas campañas en contra del desarrollo petrolero, minero y de marinas corporativas por parte de compañías trasnacionales.

Además en el año 2000 una secta denominada Maharishi, con base en los Estados Unidos, vino a Talamanca para tratar de ofrecer a la Reserva Bribri y Cabecar la creación de un equivalente a lo que hoy se conoce como una “ciudad modelo”.

De acuerdo a entrevistas de las periodistas de Escribana con los Maharishi y también con los Bribri contactados por la secta, los Maharishi ofrecieron crear “con ellos” un nuevo conjunto de leyes, un pasaporte en la comunidad, un nuevo modelo económico en dónde cada familia Bribri y Cabecar debería tener de la secta una cantidad mensual de dinero a cambio de la producción de la tierra, etc.

Juntos Bribri y población costera expulsaron el proyecto. Talamanca como Cantón rechazó por mayoría los Tratados de Libre Comercio en el referéndum que tuvo lugar en el 2007.

EL RETO ACTUAL FRENTE A COCLES

A la luz de los desafíos más recientes que enfrenta la comunidad debido a la reclamación de los Keköldi en el 2011, gente local y otras organizaciones sociales se reunieron durante un año en más de cinco reuniones públicas para decidir qué hacer.       

En setiembre del 2011 formaron un Comité en Cocles, dirigido por ASO Mujeres bajo el nombre de “Comité de la Gente afectada”, para dar voz a la gente de la comunidad afectada por el nuevo reclamo Keköldi de la tierra costera.

Bucan tener una voz en el proceso para evitar que los errores pasados del gobierno sean usados como una excusa para abrir un conficto entre vecinos que más bien termine favoreciendo al modelo corporativo que se quiere imponer en la zona sacando a la población que la ha habitado.

Narraciones orales históricas las cuales se documentaron en un libro de Paula Palmer (Wa’apin Man – La historia de la Costa de Talamanca en Costa Rica, 1977) muestra que históricamente la población indígena bajó de las montañas para trabajar temporalmente en las fincas de cacao, propiedad predominante de productores afro caribeños, y trajeron consigo sus productos para negociar y vender, pero sus comunidades como tal eran en la montala, no en la costa.

“Lo que ahora parece un conflicto entre éstas poblaciones, tiene su origen en una serie de situaciones irregulares creadas por el Gobierno de Costa Rica, por medio de la ignorancia o la falta de interés en nosotros”, dijo Seidy Ortíz en una de las reuniones. Ella es una cuarta generación afro costarricense residente de Cocles.

Juanita Segundo Sánchez, ex miembra de la Asociación de Desarrollo de la Reserva Keköldi, dijo a Escribana en el 2011 que ella cree que aunque los Bribri no ocupaban las tierras costeras como tal, porque ellos vivían en las tierras altas, ellos tenían senderos en la ribera, lo cual muestra que ellos ocupaban tales tierras para su movilidad. “Nuestra demanda por la tierra tiene que ver también con la cantidad de abusos que han sido cometidos en contra de nosotros”.

Abordada posteriormente pro Escribana en el 2013 cuando se supo que KEKOLDI no quería continuar el conflicto con la población de Cocles, sino que estaba proponiendo una conciliación a la corte el 3 de abril de este año, Sánchez confirmó a Escribana que ellos  no querían continuar el caso porque no querían dañar la relación con pobladores de la costa.

Mucha de la población de Cocles y de los Keköldi comparten preocupaciones sobre los modelos de desarrollo que excluyen y explotan los recursos naturales y culturales que garantizan la subsistencia de los habitantes. Ambos desean lo mismo para sus hijos, para continuar viviendo en las tierras donde ellos han nacido. Tener acceso a sus derechos como ciudadanos y residentes y a servicios: agua, educación, salud, pensión, respeto por la identidad cultural, subsistencia sostenible, etc.

Esto es lo que motivó a ASO Mujeres a crear un boletín “Journey Cake” para compartir la perspectiva de su comunidad, en contraste los principales medios del país que sólo resaltaron la demanda indígena, volviendo invisibles una vez más a los afro y otros habitantes de Cocles.
Pero un proceso de conciliación que estaba en camino fue rechanzado por la parte estatal en agosto del 2013 cuando en Instituto de Desarrollo Agrario (IDA), abiendo cauce a un juicio que tendrá lugar en octubre de este año y para el cual más de 39 familias de Cocles presentarán sus alegatos a favor de sus derechos como coadyuvantes.

El Poder Judicial está notificando que en una audiencia única las partes interesadas pueden presentar su pruebas, documentos y argumentos sobre lo que quieren. El edicto de convocatoria fue publicado en La Prensa Libre el 26 de julio de 2013 y en el Diario El Guapileño, edición No. 193-2013 explicando la resolución del 12/09/2013 del expediente: 10-000273-1028-CA en el Tribunal Contencioso Administrativo y Civil de Hacienda  en San José, Goicochea.
La audiencia y posteriormente el juicio se ventilarán el caso entre los días 29, 30 y 31 de octubre de este año. Es importante que los vecinos y vecinas de Cocles preparen su parte para aportar a este juicio que les afecta. Para ese efecto, un documento orientador podrá ser retirado en la Librería Caribe a partir de semana entrante y algunos vecinos involucrados orientarán la forma de llenarlos.
Así las cosas, el Estado costarricense sigue teniendo la principal responsabilidad en un conflicto creado que podría tener serias consecuencias para la zona, asedianda por grandes intereses y sujeta a una situación en la que, siendo que el 80-90% de sus tierras están en alguna forma de refugio o reserva, no hay dónde reubicar a la población que sería afectada por un desenlace creado por el estado mismo.