domingo, 24 de agosto de 2014


¿Por qué una ley de Régimen Especial para el Caribe Sur?


Habitantes de las comunidades del Caribe sur presentarán el Presidente Luis Guillermo Solís una propuesta de ampliación de la moratoria en el Decreto de Protección de los ocupantes de zonas clasificadas como ESPECIALES, de acuerdo a la Ley No. 9073 la cual estableció en el 2012  una moratoria de dos años respecto al desalojo y demolición de propiedades hasta que se defina una solución integral al Caribe Sur. 

Nacimos y vivimos mirando el mar, arte infantil en Puerto Viejo, 
foto María Suárez Toro

Se encuentran firmado una petición que destaca además que próximamente presentarán a la Asamblea Legislativa un proyecto de Ley de Régimen Especial para el Caribe Sur con el fin de "validar jurídicamente lo que han construido históricamente."

El Foro Caribe Sur ha sido un puente para que la iniciativa comunitaria llegue al más alto nivel de gobierno para su consideración. La carta de firmas destaca la justificativa de tal iniciativa.

Presenta la particularidad del Caribe Sur como un todo tiene la intención de aportar una serie de argumentos que justifican la necesidad de una Ley de Régimen Especial para la zona.  El fin de solucionar, en forma definitiva e integral, los problemas legales que todavía le aquejan.
Dicen que para comenzar, es preciso tener en cuenta que las comunidades del Caribe Sur: Cahuita, Puerto Viejo, Manzanillo y Gandoca, se formaron y crecieron por sí mismas donde las carencias y el aislamiento, unido a la falta de  interés de los gobiernos centrales, promovieron que la gente buscara y encontrara sus propias soluciones.

                               Comanejo Parque Nacional Cahuita, una metodología autóctona


En estos poblados se desarrolló una economía familiar sustentable que previó, desde el inicio,  la necesidad de mantener la armonía con el ambiente.

Se tuvo la visión del potencial de su entorno y se aprendió  que, en la relación con el resto de la Naturaleza, estaba la fuente de su propio desarrollo social, económico y humano.

Los primeros emigrantes provenientes de Jamaica y el Litoral Atlántico, se dedicaban a la pesca por lo que lógicamente establecieron sus viviendas a la orilla del mar, además de que la playa era la única área de terreno sólido, el resto eran pantanos a una lado y mares a otro.

                                                              Casa de Padí en Punta Mona, foto Sophie Andrieux

En las selvas aledañas cultivaron los alimentos para el sustento de sus familias y para comercializar, como en el caso de la producción de cacao.

Desde entonces y hasta la fecha, los emigrantes caribeños han convivido en armonía con los pueblos originarios indígenas de Talamanca con quienes han compartido las diversas formas en que usan y se relacionan con la tierra y con el mar. Incluso la mezcla de razas ha dado como fruto una  generación joven con características propias de ambas etnias.

                                            Clases de cocina caribeña de Miss Elena Spencer, foto María Suárez Toro

Paradógicamente esa ubicación original en la zona costera  es la que hoy está generando serios problemas ya que el corazón de los pueblos del Caribe Sur se ha desarrollado en lo que hoy se ha definido  como la Zona Marítimo Terrestre (ZMT). 
La situación más seria es que la zona comercial de Puerto Viejo y Cahuita está en los primeros 50 m., lo que implica que de acuerdo a la legislación moderna,  todo lo construido en esa franja a lo largo de los años, tendría que desaparecer. 
Cabe destacar que en el Caribe Sur, la ocupación en los 50 ms. por parte de los establecimientos actuales, no impide en absoluto  el  derecho de acceso a las playas, respetando así el motivo por el cual se declara esa zona inalienable a fin de evitar que las playas se privaticen.

Además de ese peligro  existe mucho interés en  convertir todos los 200 m. en zona  turística de mayor escala, lo cual supone la imposición de cánones altos que no estarían al alcance de los bolsillos de los actuales pobladores y ocupantes.   

La consecuencia es que familias enteras serían  desalojadas y desplazadas, con lo cual el Estado, que debe velar por el bienestar de la ciudadanía, se enfrentaría a un gran problema social, cultural, político y económico.

Este oscuro panorama, ha generado la organización de un movimiento popular para la defensa de los derechos históricos de muchos habitantes del Caribe Sur a la vez de preservar  una cultura especial y única que no existe en el resto del país.

Dada la problemática que señalamos, sostenemos que es de suma importancia entablar un diálogo de saberes entre las autoridades pertinentes y los miembros de la comunidad para establecer las grandes líneas que marcarán el futuro de nuestro pueblo con base en un modelo económico -social – cultural que tiene  historia y probidad.

Ese modelo de desarrollo impulsado por los mismos habitantes de la zona contempla entre otras: una economía familiar basada en micro empresas turísticas combinado en muchos casos con agricultura sostenible y/o pesca artesanal,  seguir protegiendo en armonía con los derechos de los habitantes una relación equilibrada con el ambiente que ha dado como saldo  una serie de reservas ambientales especiales y continuar construyendo una historia que es parte de nuestras raíces como país.

Todo lo expuesto llevó a habitantes del Caribe Sur a considerar que la solución integral a la problemática del Caribe Sur debe tomar la forma de una Ley de Régimen Especial que le permita a esta zona seguir desarrollándose armónicamente con su historia, sus derechos ciudadanos, sus características y aportes, que han enriquecido a la zona misma a sus habitantes y a toda Costa Rica.

Las propuestas que se han plasmado, se han desarrollado en el tiempo y corresponden a las valoraciones realizadas por el conjunto de comunidades, organizaciones y grupos, que a lo largo de la  historia reciente se han  comprometido en la defensa de los recursos marino – terrestres y buscan una solución integral y armónica de las problemáticas que nos preocupan y afectan.

Por ello próximamente le propondrán a la ASAMBLEA LEGISLATIVA trabajar en la  elaboración de un Proyecto de Ley con el fin de aprobar una Ley de Régimen Especial para el Caribe Sur que contemple las características enunciadas.

Esta mirada de futuro se proyecta desde lo que han sido y han construido, para continuar viviendo y creciendo en una armonía eco-social, económica y cultural.

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Si usted quiere firmar la petición o ayudar a recoger formas de ciudadanía o residentes, pase a la Librería Caribe y solicite la boleta