sábado, 14 de septiembre de 2013

Ramón Grosfoguel “Los múltiples tentáculos del racismo”


Ramón Grosfoguel en El Liberty Hall en Limón –
seminario “Los múltiples tentáculos del racismo”
organizado por la Universidad de Costa Rica*



                                                             (Primera parte)
                                                                                                 
 Comunicaciones,  
Foro Caribe Sur 14/09/13
                                                                  Resúmen

El sociólogo boricua de la Universidad de California en Berkeley, Estados Unidos, partió en su charla con el argumento  que colonialidad y “desarrollo” occidentalizado  son dos expresiones de lo mismo – el poder colonial que se expresa en el conocimiento y las relaciones de poder.

“El racismo no se puede definir a partir de una de sus experiencias, por eso la definición que asumo es la de Franz Fanon que define que consiste de una jerarquía del poder institucional de superioridad y inferioridad sobre la línea de lo humano.” 

                                                  Grofoguel, foto María Suárez Toro, FCS

Aclaró que existe en la producción de conocimiento. Hizo una crítica documentada de la epistemología eurocéntrica hegemónica, que asume un punto de vista universalista, “cuando en realidad se logro llegar a legitimar su producción del conocimiento racista y sexista como si fuese conocimiento universal (aunque es provincialista y oscurantista) por la vía del ejercicio de sus poderes colonialistas institucionalizados para imponer su racismo.”

La solución a las desigualdades sociales globales requiere imaginar alternativas utópicas que trasciendan el colonialismo, así cómo las formas de pensar dicotómicas de la ciencia mecanicista y los fundamentos eurocéntricos occidentalizantes de la ciencia y la cultura.
Concluyó que mientras nos sigamos separando por ser menos o mas negros, menos o mas indígenas, mas o menos católico o lo que sea, menos o más oprimidos, triunfa la superioridad blanca y la epistemología occidentalizada. “Las categorías racistas que le aplican a uno son las mismas que se le aplican a otros y si no asumimos la no opresión, discriminación y exclusión de todos, no vamos a aportar nada.”

Propone la socialización del poder, y su aporte sugiere crear un conocimiento descolonizador desde otras epistemologías no occidentalizadas.

                                               Liberty Hall en Limón, sede del seminario
   
                                       Pinceladas del desarrollo de la conferencia magistral

Definió el colonialismo como la usurpación de la soberanía de un pueblo por otro pueblo por medio de la dominación político-militar de su territorio y su población a través de la presencia de una administración colonial. “El colonialismo como sistema-mundo capitalista/patriarcal moderno/colonial se inaugura con la expansión colonial europea en 1492. “Lo nuevo en el mundo moderno-colonial es que la justificación de dicha dominación y explotación colonial pasa por la articulación de un discurso racial acerca de la inferioridad del pueblo conquistado y la superioridad del conquistador.”

Dijo que aunque la “colonialidad” está relacionada con el colonialismo no se agota en ello. Por colonialidad se refiirió a un patrón de poder que se inaugura con la expansión colonial europea a partir de 1492 y donde la idea de raza y la jerarquía etno-racial global atraviesa todas las relaciones sociales existentes tales como la sexualidad, género, conocimiento, clase, división internacional del trabajo, epistemología, espiritualidad, etc. y que sigue vigente aun cuando las administraciones coloniales fueron casi erradicadas del planeta. Explicó que la idea de raza define quién recibe mayor riqueza o mejores salarios y quién hace los peores trabajos.

Recorrió la evolución de las epistemologías occidentalizantes citando, como dijo el filósofo de liberación latinoamericano Enrique Dussel, que el ego cogito cartesiana fue  precedido por 150 años del ego conquirus occidental. “En él, la condición política de posibilidad del “Yo pienso, luego soy” han sido los 150 años de “Yo conquisto, luego soy”.

“Esta epistemología imperial hace del hombre occidental el fundamento de todo conocimiento verdadero y universal y está en la base de todas las ciencias sociales y humanísticas occidentales.” Explicó que el “Yo” abstracto encubre quién habla y desde cuál localización corporal y espacial en las relaciones de poder se habla.

Para poder asumir un conocimiento que sea equivalente al ojo de Dios, la epistemología cartesiana y su herencia en las ciencias sociales occidentales se dedicó a  encubrir la corporalidad del conocimiento. “No puede haber conocimiento universal mas allá de todo tiempo y espacio si el mismo estuviera localizado en un lugar y en un cuerpo determinado. De ahí que el dualismo cartesiano entre cuerpo y mente, mente y naturaleza, como dos substancias aparte le permite entonces representar la mente como fuera de toda determinación espacial y corporal y, por tanto, como capaz de producir un conocimiento no-situado, neutral y objetivo entendido como verdadero para todos en el universo.”

Los proyectos imperiales y las ciencias sociales occidentales reproducen un racismo epistemológico donde la tradición de pensamiento de los hombres occidentales es representada como superior y todo conocimiento que provenga de epistemologías y cosmologías no-occidentales es considerado como inferior. Esta ego-política del conocimiento y su derivado racismo epistemológico se sigue reproduciendo aun entre pensadores que se declaran críticos del cartesianismo. 



“Es sobre ese fundamento que se formó en cuento y el imaginario sobre quién dijo que el mundo era redondo, cosa que ya sabían otras culturas y epistemología entes de occidente, pero fueron reducidas y sus libros quemaos por occidente. O las razones cómo Cristóbal Colón llegó a las América o que la descubrió, cuando se sabe que desde antes de su llegada, ya existían intercambios entre África y Asia con el continente Americano desde mucho antes. O que no sepamos que el primer lugar en el mundo de la conquista mundial de La Alambra (reino occidental español) del Siglo 15, lo cual no es un detalle de la historia del coloniaje.”

Desarrolló los 4 genocidios/epistemicidios del Siglo XVI y que se constituyeron en “la ciencia” , aunque es la perspectiva eurocéntrica entre muchas otras en el mundo. El genocidio/epistemicidio de los musulmanes en el sur de lo que hoy es España en el territorio llamado Al Andaluz, por parte de la monarquía cristiana, la de la conquista de los pueblos originarios de las Américas, la esclavitud y el que se coronó con la quema de miles de mujeres en la época de la inquisición “por sus conocimientos autónomos que la institucionalidad occidental quiso controlar hasta eliminar eliminadolas y reduciéndolas a ellas.”

Aclaró que las  jerarquías globales del sexismo y el racismo,  enredadas entre sí, forman un sistema heterárquico, es decir, allí donde las distintas jerarquías de poder están entrelazadas y enredadas unas con otras y la idea de última instancia no se puede determinar a priori para todas las situaciones. El sistema-mundo no es simplemente un sistema económico como nos quieren hacer ver los paradigmas de la economía-política. “Es un sistema de poder “heterárquico” que no puede ser pensado desde una lógica reduccionista económica.”

Enfatizó que por eso no se puede transformar este sistema “si no destruimos todas las jerarquías de poder existentes en su multiplicidad, por lo cual la vieja idea de que resolviendo los problemas de las clases, automáticamente se resuelven los problemas de la explotación y dominación. “Es una idea obsoleta que parte de un análisis del sistema-mundo que se limita a relaciones económicas.”

Las categorías como negro, indio, blanco antes de 1492 no existían, esas son categorías del mundo colonial y de la modernidad eurocentrada. Antes de 1492 nadie se definía como blanco en Europa, nadie se denominaba negro en África y nadie indio en América latina, estas son categorías coloniales. Una vez se construyen entonces plantean la creación de un mundo de desigualdades sociales muy distinto a los sistema-mundo anteriores. Una solución a este problema es el modelo republicano francés (que han imitado las elites criollas blancas de América Latina), que se tapa los ojos y propone no usar esas categorías raciales, prohibiéndolas si es posible. “Para no crear mas división” nos dicen, como si la división no estuviera ya creada y estructurada en las relaciones de poder colonial existentes, como si nuestro imaginario y nuestras estructuras de poder económicas, políticas y sociales no estuvieran ya atravesadas por ello.

Ante esta situación, si bien en el largo plazo podemos pensar y desear un mundo mas allá de eso, en el corto plazo la manera de contestar la supremacía blanca no es ocultando la racialización existente como hacen las “democracias raciales” latinoamericanas. Porque en América Latina si tu tratas de ocultar esas categorías, tú caes en el mito de la “democracia racial”.

Entonces, el primer paso para descolonizar es nombrar, identificar con categorías que hagan visible quien es quien. Quién esta en el poder y quién esta abajo, jodido. Para eso tienes que usar categorías raciales coloniales, para hacerlo visible, y si no lo haces por querer escapar al uso de dichas categorías identitarias coloniales, entonces terminas participando del ocultamiento y la invisibilización del poder blanco capitalista/patriarcal. Los movimientos negros en las Américas han sido muy claros en este sentido. 

(fin) 

                                            Delegación del Foro Caribe Sur con Grosfoguel


Sintetizado a partir de conferencia del seminario y de una entrevista sobre el tema, de Angélica Montes y Hugo Busso.

Una segunda parte será presentada próximamente y versa sobre el racismo como tal, con relación a las zonas de “ser” y las de “no ser” que se han construido con el racismo y el sexismo y, las implicaciones de construir conocimiento solamente desde las zonas de ser y creer que ello incluye la totalidad de la experiencia humana.