martes, 20 de mayo de 2014

Análisis del Informe de ONU sobre derechos humanos y ambiente en Revista Paquidermo

De la Revista Paquidermo, por Nicolás Boelgín, un análisis del Informe de John Knox de Nacionales Unidas sobre su informe de derechos humanos y ambiente en Costa Rica. 

                                       Extracto:

“El contexto de la visita de John H. Knox. Cabe recordar que al finalizar su visita (y de manera muy preliminar) el experto había señalado durante una conferencia de prensa que: “No es la tarea de las organizaciones sociales ni de las personas comunes poner su vida en riesgo para proteger el ambiente. Esas funciones de policía son tareas que deben estar en manos de los Gobiernos” (ver nota de La Nación del 2/08/2013). El carácter perogrullesco de estas declaraciones puede en parte explicarse si tomamos en consideración que se inscriben en el marco de la profunda indignación suscitada en Costa Rica (y en el extranjero) por la muerte del ambientalista Jairo Mora Sandoval en una playa de Costa Rica en mayo del 2013. Como se recordará, el ecologista había hecho públicas las amenazas recibidas por su organización en relación a la labor que desarrollaba, consistiendo en un censo de nidos de tortugas marinas en las playas del Caribe. Había incluso advertido que: “Si un policía dice que nos ayuda, está mintiendo” (ver nota de La Nación del 1ero de junio del 2013). 

                                       Foto para fines ilustrativos, de Sophie Andrieux, FCS

Por alguna extraña coincidencia, el arresto de varios sospechosos de su muerte se dio justo 24 horas antes de que concluyera la visita del experto independiente (ver nota del 31 de julio del 2013 de La Nación). Más allá de las valoraciones que se puedan hacer sobre esta interesante coincidencia, merecen mención las infortunadas declaraciones del entonces Vicepresidente de Costa Rica, Alfio Piva, sobre la muerte de Jairo Mora, precedida por lo que algunos ambientalistas describieron como una peligrosa deriva discursiva de las máximas autoridades de Costa Rica en contra de ecologistas. Nos permitimos resumir esta situación en junio del 2013 de la siguiente manera: “Más allá del deterioro del Indice de Desarollo Humano, un discurso presidencial de octubre del 2010 a la fecha inexplicado, un llamado público de un ecologista pidiendo presencia policial que termina con su muerte, y unas desafortunadas declaraciones del Vicepresidente Alfio Piva a una cadena internacional constituyen el marco factual de las celebraciones del Día del Ambiente en Costa Rica, convertido en un día de profundo luto y consternación en este 2013” (Nota 1). 

                                                           Foto con fines ilustrativos, María Suárez Toro, FCS


Un fino conocedor de las luchas ecologistas como Juan Figuerola (quién cuenta además con una amplia experiencia de campo) sugirió en un artículo pistas de investigaciones que al parecer no fueron exploradas, o de manera algo somera (Nota 2) en relación a algunas tortugas poco visibles en Costa Rica. A pocos días del cambio de autoridades, el pasado 26 de abril del 2014, el Ministro de Ambiente René Castro procedió a rebautizar el Refugio Mixto de Vida Silvestre Gandoca Manzanillo con el nombre de Jairo Mora (ver nota de CRHoy): un reconocimiento póstumo a la figura de Jairo Mora en una zona sumamente sensible desde el punto de vista social, pero que no se adecúa del todo a las denominadas “garantías de no repetición” que ha ordenado, por ejemplo, la Corte Interamericana de Derechos Humanos a los Estados en caso de asesinatos de líderes ecologistas y sociales.  Declarar una nueva área protegida en la zona de Moín en la que encontró la muerte Jairo Mora (y bautizarla con su nombre) y hacer público un reconocimiento por parte del Estado de su responsabilidad (tal como solicitado por varias entidades ecologistas indignadas) hubieran posiblemente sido acciones mucho más acordes con lo ordenado, por ejemplo, por la Corte Interamericana de Derechos Humanos en el año 2009 contra Honduras (caso del asesinato de la líder ambientalista Kawas Fernández – ver texto de la sentencia del 2009, y en particular, las medidas ordenadas por la Corte en los párrafos 200-215). 

                                                              Foto con fines ilustrativos, María Suárez Toro, FCS

En Costa Rica, la actitud de las autoridades en el caso de Jairo Mora azuzó la indignante sensación de impunidad relacionada con crímenes o actos de intimidación contra ecologistas, llevando al Presidente de la Federación Costarricense de Organizaciones Ecologistas (FECON) a exigir un poco más de respeto a su memoria (ver artículo de Mauricio Álvarez). Permanecen sin ser sancionados varios crímenes contra ecologistas, incluyendo el caso de cuatro de ellos cuyos cuerpos aparecieron sin vida en una casa incendiada en Moravia y en en un parque en La Uruca a finales de 1994 e inicios de 1995 (el caso AECO) (ver nota de prensa) (Nota 3).”
 Todo el análisis: http://www.revistapaquidermo.com/archives/10442

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